ENTREGA 2

CONVERGENCIA DE OBJETOS, SUJETOS Y ESPACIO

La primera vez que entre a la noche de barranco tenía 24 años, pero la comodidad me hizo sentirme parte de algo y cada visita era una aventura diferente. Me deje llevar por la atmósfera, la calidez, las conversaciones y el arte, se respira arte en los espacios, inclusión y la producción artística; me atrevería a decir,  que es el Palace Concert y parafras a Abrahan Valdelomar: Barranco es el boulevar y el boulevar es "La Noche de Barranco". 

Este espacio cultural abrió sus puertas en 1991 en una casona casi volteando el boulevar como si se asomase tímidamente y despacio para alvergarnos. Dentro nadie es un extraño, nadie es diferente, una conversación siempre es bienvenida, tiene la magia del intercambio cultural enriquecedor bajo una bombilla de luz cálida. Es muy normal que los clientes llamen por su nombre a los trabajadores de la noche, de pronto se rompe una barrera en un abrazo profundo de amistad espontánea. Nadie baila bien o mal al ritmo del new Wave o al ritmo de una salsa, la idea es moverse con libertad, una libertad que es un componente del conjunto de sentimientos que me evoca La Noche de Barranco.

Cada rincón tiene una microatmosfera, está mágicamente determina la escena o circunstancia, llaman a conversaciones determinadas desde la naturalidad de la camaradería, el silencio de la introspección y la oportunidad de la abstracción; es la bohemia hecha tradición en el espacio físico de la nostalgia republicana. Por último no pudieron ser más acertados, pues en una vuelta del espacio puede significar haber dado una vuelta por el mismo Barranco, observando la fauna de personalidades converger.

La fusión de la persona con el espacio y la creación de nuevas experiencias en su imaginario no está bajo la emergencia de ser fotografiado, esa sensación de diferentes experiencias que uno quiere embotellar puede ser guardada por lo más cerca a una máquina del tiempo, la foto.